sábado, 13 de agosto de 2016

¿Hay  futuro para la Unión Europea? (I) 


Cuando Churchill difundió el proyecto hugoliano de los “Estados Unidos de Europa” estoy seguro de que no tuvo en cuenta la inercia del pensamiento político y la falta de imaginación histórica entre las élites políticas de Occidente ya que, esta visión, ha dado como resultado a;  una posición simplista con un concepto de una democracia occidental, una sociedad de economía de mercado, y la dominación estratégica de los Estados Unidos. Tres soluciones “únicas” y tomadas como un modelo que debe ser implantado de forma imperativa. Esto promueve el rechazo de otras alternativas. Obviamente, la identidad de Europa es más profunda que este neoconservadurismo camuflado en un ultraliberalismo. 
Esta ideología errónea se ha podido vislumbrar gracias a las numerosas fugas que se estaban produciendo en Europa como consecuencia de esta élite dominadora. Si bien, hasta el 23 de junio no se ha podido demostrar que , más de un cuarto de siglo de decisiones catastróficas por parte de la Unión Europea, son reversibles mediante una votación. La iniciativa de esta consulta británica ha mostrado la necesidad de reformar la UE, en tres aspectos: 1) No a la soberanía política de un “gobierno europeo” que nadie ha elegido, 2) No más políticas monetarias desequilibradas en beneficio del gran capital, y 3) No más pérdida de identidad europea, ni más inmigración masiva.

Ahora bien, esta iniciativa británica, tan respetable como si hubieran decidido quedarse en la UE, ¿es una muestra de fortaleza ante un régimen de la Vieja derecha Europea o ha sido, una vía de escape para evitar la entrada  de refugiados?


Si nos encontramos ante la primera premisa, debo decir que ha obrado como un autentico Titan que ya no soportaba más estar a merced de una Gran Unión Europea de corte derechista. Si bien, me temo que se han apoyado en la segunda cuestión dadas las declaraciones aportadas a los medios. Por consiguiente,debemos ser cautos y preguntarnos ¿a quién le beneficia esta situación?, ¿a quién le perjudica? y, la cuestión más ardua, ¿volverá a repetirse un episodio como el que estalló el 1 de septiembre de 1939 con los mismos componentes raciales?

Esta es mi opinión al respecto. Ahora bien, considero que el problema fundamental reside en los siguientes elementos; la manipulación de los medios que deja de lado las iniciativas positivas de los opositores del gobierno estatal, el escaso interés que se muestra ante la situación actual y, por último, el contaminante ponzoñoso de la ideología neofascista que está emergiendo de nuevo en Europa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario